Saturnino Ramírez – Jugadores de Cartas
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Saturnino Ramírez – Jugadores de Cartas

$7,200,000

Artista: Saturnino Ramírez

Título: Sin título

Técnica: Serigrafía sobre papel

Serie: 9/60

Año ejecución: 1996

Dimensiones del papel: 100 x 70 cm

 

Se encuentra firmado y fechado en la esquina inferior izquierda, numerado en la esquina inferior izquierda con sello seco del Taller Giangrandi. Buen estado de conservación.

Precio negociable y descuento por pago en efectivo/transferencia.

Costos de envío no incluídos.

Se encuentra enmarcado.

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Este grabado, serigrafía sobre papel,  muestra a unos jugadores de cartas en un bar y, como es usual en su obra, presenta con vívido realismo los solitarios personajes de la vida nocturna y su infatigable búsqueda en la creación de un lenguaje introspectivo. Hay aquí una coyuntura muy fuerte entre la parte pictórica y el buen dibujo. La fama de Ramírez como pintor de la vida profana, hizo que lo llamaran a participar en un proyecto editorial del Taller Arte Dos Gráfico, como ilustrador del cuento En este pueblo no hay ladrones de Gabriel García Márquez, que trataba sobre el robo de unas bolas de billar. El artista regresó al Socorro, donde vivió sus últimos años en una finca que bautizó “Volver”, por el nombre del tango.

Saturnino Ramírez Nacido en el seno de una familia de agricultores del Socorro, Santander, Saturnino Ramírez (1946-2002) fue el menor de ocho hermanos. Estudió Bellas Artes en la Universidad Nacional de Colombia y al graduarse fue nombrado profesor en la seccional Medellín para la cátedra Expresiones, del programa de Arquitectura. Era la época de las primeras bienales de Arte de Coltejer (68, 70, 72) y también un momento en que la calle Lovaina, ubicada en el barrio Antioquia y declarada zona única de tolerancia de la ciudad desde 1951, sirvió de escenario para la pintura de Ramírez. Justamente en 1972 participó en la III Bienal con una serie de dibujos llamada “Prostitutas”, trabajo gracias al cual empezó a recibir el reconocimiento de la crítica. En 1973 ganó una beca de un año para realizar estudios en el exterior. Viajó a París e hizo parte del grupo de artistas colombianos más destacados del momento: Darío Morales, Luis Caballero, Jairo Téllez y Gregorio Cuartas. Permaneció casi dos décadas en esta ciudad y al regresar al país, a comienzos de los años noventa, se instaló en el centro de Bogotá. Su obra en conjunto parece presentar la influencia del expresionismo figurativo de posguerra. Tomado de Banrepcultural.