Segundo Agelvis
$2,900,000
Autor: Segundo Agelvis
Título: Sin título – Sendero y Río
Técnica: Óleo sobre madera
Dimensiones del retablo: 29 x 34 cm
Dimensiones del marco: 48 x 53 cm
Datación: Principios S. XX
Incluye marco original.
Precio negociable y descuento por pago en efectivo.
Costos de envío no incluídos.
La obra en estudio es una pintura al óleo sobre madera que presenta una de las temáticas más habituales producidas por el pintor Nortesantandereano Segundo Agelvis. En ella podemos apreciar una mujer campesina caminando por un sendero a en un paraje de la rivera de la región en la cual el artista se inspira para retratar el campo y el paisaje. La escena ocurre a la luz del día en donde se puede apreciar el cielo, una colina pastada y un árbol sobre el lado izquierdo que muestra con claridad el tipo de pincelada típica del pintor. Segundo Agelvis pintó más de 30.000 óleos y acuarelas, los cuales se encuentran en colecciones particulares de Colombia y del extranjero. Fue uno de los últimos artistas santandereanos que se inspiraron directamente en la naturaleza y, más que ningún otro de su generación, logró plasmar en su obra la expresión personal de su amor por la tierra.
La pintura de Agelvis puede catalogarse como impresionista, naturista-interpretativa. En realidad Agelvis es, como lo fueron los grandes del impresionismo francés (Monet, 1840-1926, Cézanne, 1839-1906, Pissarro, 1831-1903) un traductor perspicuo de la naturaleza, que se solaza en la captación de los efectos de la luz más que en la fidelización del entorno de las cosas que pinta; un pintor que persigue los milagros cromáticos cambiantes de la atmósfera para fijarlos en el momento de vida de su cuadro con todos los colores, los más brillantes y próximos al espectro solar: anaranjados, bermellones, amarillos, lacas, rojos, violetas, azules, verdes esmeraldas y veronés. Su arte viene siendo eminentemente sensorial, perceptivo y analítico. Un arte que requiere facultades de alma y de razón, de amor por los estados esplendorosos de la naturaleza. Agelvis es, antes que todo, un pintor paisajista. Largos años de práctica en el estudio a campo abierto en comunión perfecta con el carácter y la expresión estética de los panoramas lo han dotado del máximo perfeccionamiento a que puede aspirar un artista. Pinta con absoluta seguridad, rápidamente, con furia interior, sin temor al empleo de los colores cálidos, abstraído en su labor religiosa de plasmar la belleza. Así, por espacio de veinte años, lo ha aprisionado el campo santandereano en sus lomas y torrenteras, en sus siembras abundosas, en sus caminos y recuerdos coloniales, en todas partes a donde baja el sol maravilloso y los colores campean con su alegría cromática. Tomado de la revista Santanderes, Edición No. 3 y 4, Septiembre 1950